Actividades lúdico-pedagógicas para trabajar en el aula

 

·         El cubo de las emociones

 

 Para trabajar las emociones tanto propias como ajenas podemos  utilizar el cubo

de las emociones. En las caras del cubo se tienen caras con expresiones de emociones (contento, triste, sorprendido, asustado, enfadado, cansado).

 

  El juego consiste en tirar el dado y decir que representa la cara que ha quedado a la vista, después se le pregunta por qué cree que está así.

Posteriormente se  pregunta si  también  han percibido esa emoción alguna vez, cuándo y por qué.

 

Con este juego, además de trabajar las emociones básicas, también se intenta que el alumno generalice y sea capaz de expresar sus emociones e interpretar el lenguaje no verbal a través de las expresiones faciales.

 

¿Qué se pretende?

Reconocimiento de expresiones faciales asociadas a sentimientos básicos.

 

 Situaciones que expresan emociones

 

Una vez trabajadas las emociones básicas, pasamos a mostrar a los alumnos diferentes situaciones en las que se expresan emociones y le preguntamos qué pasa y por qué. De esta manera también se trabajara la capacidad de ponerse en el lugar del otro, entender el lenguaje no verbal, ya que las personas con SA al hablar  presentan serias dificultades en “leer” lo que el otro piensa y ponerse en su lugar.

 

 

 

 

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Quien soy

 

 En esta actividad vamos a desarrollar, preguntaremos a los niños cómo están más cómodos para desarrollarla, si sentados, si prefieren en el suelo… La finalidad es crear, como siempre, un ambiente cálido y de confianza.

 

Les daremos unas hojas con la premisa `Yo Soy` escrita muchas veces, y les explicaremos que deben completarlas con cualidades personales, pero evitando las características físicas, es decir que se describan por dentro. Si observamos que presentan dudas, podemos ponerles algunos ejemplos, como por ejemplo, soy simpático, soy agradable, etc.

 

Cuando acaben, uno por uno irán leyendo las características que han ido escribiendo y explicando al resto de compañeros por qué son así, por qué se consideran de esa manera. Aremos que deben completarlas con cualidades personales, pero evitando las características físicas, es decir que se describan por dentro. Si observamos que presentan dudas, podemos ponerles algunos ejemplos, como por ejemplo, soy simpático, soy agradable, etc.

 

 

Los siete deseos

 

Para esta actividad, los chicos deben ir poniéndose de acuerdo entre ellos, empleando estrategias de resolución de conflictos, escucha activa… para que entre todos decidan qué siete deseos pedirían a un mago que entrase por la puerta. Lo que pretendemos con esto es que debatan, se pongan de acuerdo entre ellos y nos dejen ver un poco más de las cosas que esperan y desean

 

 

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Me miro en el espejo

 

Nos sentaremos en círculo en el suelo, para crear un clima de relajación y confianza, y con un espejo que pondremos delante de ellos, deberán ir describiéndose a ellos mismos, con la premisa de: ¿Qué vez en el espejo?. Va a ser común que comiencen con los aspectos físicos de su persona, así como describiendo la ropa o los zapatos. Si observamos que se quedan ahí, que no continúan con el interior, emplearemos preguntas para guiarles en su expresión.

 

Una variante o actividad complementaria puede ser que después del espejo, sean el resto de compañeros los que vayan nombrando cualidades de cada uno de los niños, de forma que verán como son percibidos por los demás. Tendremos la premisa de aspectos positivos. No olvidemos que pretendemos trabajar sobre el auto concepto positivo.